Café con Vinagre por Yulia Rusalka (Cuba)
Yulia Rusalka (1993) La Habana, Cuba
Estudio Derecho, diseño gráfico, guión y narración en La Habana, dedicándose a la composición de cuentos ilustrados por ella misma.
CAFÉ CON VINAGRE
Llegaste a destruir mi juicio, mi calma, mis ganas. Llegaste con un Hola y te fuiste sin decir nada. Que manía la mía de vivir a roce de nubes cuando hay tempestad en calma, cuando pienso que puedo liderar cual vanguardista esta nave de piratas, pero luego pasa la calma, grita el cielo y vuelvo a refugiarme en mis sábanas.
Hay quienes se quedan a pesar del desenfreno del alma, es algo nuevo, duele y a la vez te sana. Yo soy de las que va a tientas, a poco de todo y a todo de nada, del sin sentido a medias, de la locura a brizas, de la cordura a ráfagas. Pero de qué sirve tanta medida cuando al final toco fondo. Mi barca tiene hendiduras y por cada una de ellas entraste tú.
Me fui contigo y me fui del todo. Lo admito, así de tonta me fui. A quien voy a engañar si no es a mí misma, a la del espejo, a la del rímel corrido y las ojeras de no dormir. Lo admito, patética me fui. Y te lo dejé saber esperando un cambio, esperando una reacción, te lo dejé saber para tenerte de frente, para mirarte a los ojos y tener la oportunidad de llamarte cabrón, de decirlo, de gritarlo, de llenar mis pulmones con sinónimos de ti. Algunas como yo, tienen la oportunidad, pero solo abofetean con una sonrisa y prestando la almohada. ¡Ouch!
¿Típico verdad? Si, lo típico.
Es de manual: las fotos contigo, las frases de apoyo, amiga/os que te dicen tonta ya escúpelo, amigas que te entienden, las fases del duelo. Los rastros de antojo, mensajes sublimes, mensajes cortos, emojis y más emojis de indiferencia, de sonrisas…ese…like….azul. Es de manual, el puntapié que te da la vida para que salgas de ese bache, para que tapes las hendiduras de tu barca, la que te construyó Porno para Ricardo.
¡Pendejo! Lo que nos hubiésemos ahorrado.
Dicen que cada persona viene a nosotras con un propósito. Aquel hilo rojo invisible ató mi dedo meñique al tuyo por alguna razón, digo yo que fue el dedo meñique y hablo ahora de los propósitos ocultos del universo solo para buscarle una razón a lo que una vez fue nosotros. No obstante, las razones no borran los hechos y la verdad fue más que visible a mis ojos, solo que yo no quería la verdad, yo quería la ilusión. Ahí, donde todo es más lindo.
Tantas letras del abecedario y escogiste el silencio. Podría bastarme una mímica, vamos las más básicas. Pero lo mejor hubiese sido la verdad, la cruda verdad, esa que nadie quiere escuchar y que hiere el alma. A la que todos temen, pero no yo. Yo la necesito, mi mente la necesita, mi paz. Ya dejémonos de rodeos, de debates sin sentido.
Lo que nos hubiésemos ahorrado si hubieses mezclado mi café con vinagre antes de endulzarlo con miel. Hubiese preferido el trago amargo de una vez, para saber si me acostumbro al sabor o simplemente te escupo en la cara. Dame la satisfacción de ver con mis ojos, y no con los tuyos. Algunas, ya agotadas de tanta dulzura preferimos un exquisito café amargo, un café con opciones, sin hendiduras en la taza. No jode tanto el saber que ya estabas jodida desde un principio. De haber anunciado tu llegada y los propósitos de tu estadía, lo hubiese pensado más al abrir la puerta, y tal vez la hubiese abierto pero sabiendo que pronto te irías. Que esto es una danza entre dos (un bailable), que solo quieres despojar un poco tus demonios. No no hagas comida para dos.
Eso, pendejo, es lo que se necesita, huevos para herir con la verdad y no con mentiras, no con dudas e inseguridades. Habla de frente y luego dame la espalda. Dame la opción de saber que a pesar de todo, quise cometer ese error, y que ahora el baile es de uno, y que ahora el baile, es mejor.